Gangrena : signos, causas, tratamientos
07/05/2021
Gangrena
La gangrena se refiere a la destrucción de tejido debido a una prolongada disminución o detención del flujo sanguíneo arterial.
Desde Fournier, gaseoso, diabético, hasta el pie... Aquí están los síntomas típicos de la gangrena y los posibles tratamientos.

Foto Gustavo Fring en Pexels
Definición
La gangrena es una condición que corresponde a la muerte celular (necrosis) que puede afectar a una parte del cuerpo, más a menudo a una extremidad o a un órgano (corazón, hígado, pulmones...).
Basta con que se detenga la circulación de la sangre en una zona (arteria bloqueada, infección) para que se desarrolle la gangrena: privado de oxígeno, los tejidos del cuerpo se pudren.
Gangrena de Fournier
La gangrena de Fournier es una afección grave caracterizada por una necrosis rápida y progresiva del perineo y los genitales externos. A menudo hay un desencadenante local infeccioso, traumático o quirúrgico.
Los factores que contribuyen a ello, como la edad, la diabetes y la inmunosupresión, suelen estar presentes en los pacientes afectados.
"El manejo es urgente y requiere una prolongada terapia antibiótica parenteral, el reequilibrio hidroelectrolítico y el recorte del tejido necrótico", explica el cirujano vascular Dr. Philippe Boidin.
Gangrena gaseosa
La gangrena gaseosa, también conocida como "enfisema pútrido" o "mionecrosis", es una infección microbiana por Clostridium perfringens tipo A (bacteria anaeróbica).
Esta bacteria produce gas dentro del tejido infectado. El resultado es una sensación de crepitación, que a veces se puede sentir cuando se palpan las zonas afectadas.
Gangrena seca y húmeda
En particular, se hace una distinción entre la "gangrena seca", en la que los tejidos suelen aparecer negros, debido principalmente a la interrupción del flujo sanguíneo por una arteria bloqueada, y la "gangrena húmeda", en la que predomina la presencia de tejidos supurantes en descomposición.
Lo ideal es intervenir antes de la etapa de la gangrena; sin embargo, en casos avanzados, el restablecimiento de la circulación adecuada puede no ser suficiente y puede ser necesaria una amputación.
Gangrena diabética
Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar gangrena. Se estima que el riesgo de gangrena en los diabéticos es 17 veces mayor que en la población no diabética.
Este riesgo es 10 veces mayor después de los 65 años. En Francia, la diabetes es responsable de 10.000 amputaciones por año. La causa: la pérdida de sensibilidad causada por la rarefacción de las fibras nerviosas en las extremidades.
Síntomas de la gangrena
Los síntomas más comúnmente asociados con la gangrena son:
- rigidez e hinchazón visible en la zona afectada
- pérdida de sensibilidad y dolor significativo en la zona gangrenosa
- la aparición de ampollas o incluso úlceras
- Piel fría y pálida en la zona afectada
- En algunos casos, el miembro afectado puede parecer pesado y puede aparecer un agrietamiento de la piel.
En el caso de un origen infeccioso, también pueden aparecer otros signos:
- un estado febril
- pérdida de apetito
- un aumento de la frecuencia cardíaca (taquicardia) y de la respiración
- mareos y vértigo
"Sin el cuidado y tratamiento adecuados, el tejido afectado comenzará a morir", insiste nuestro entrevistador. La zona afectada cambiará entonces de color de blanco a rojo, oscureciéndose cada vez más y ennegreciéndose gradualmente."
Los riesgos si se dejan sin tratar son: infección generalizada, extensión de la gangrena al resto del miembro afectado, e incluso la muerte. "Este dramático desarrollo se ha vuelto raro hoy en día debido al tratamiento adaptado y rápido de los pacientes."
Causas
La gangrena puede ocurrir después de la cirugía, como parte de una infección, o si el paciente tiene una patología relacionada con problemas de circulación sanguínea.
"Se debe principalmente a un problema de circulación de la sangre".
Tratamientos
Cuanto más rápido se trate la gangrena y cuanto más rápido se aplique el tratamiento adecuado, menor será el riesgo de amputación.
En el contexto de una infección, la terapia de antibióticos suele estar asociada al tratamiento de la gangrena.
En el caso de una gangrena grave, suele ser necesaria la cirugía, inicialmente para revascularizar la zona afectada. En segundo lugar, en el caso de la amputación.
Con los métodos de tratamiento actuales, la mayoría de las víctimas de la gangrena sobreviven, aunque la mayoría sufre pérdida de tejido muscular.
Las posibilidades de que se produzcan esas complicaciones pueden reducirse limpiando cuidadosamente las heridas con un antiséptico, vigilando los signos de pus, enrojecimiento, hinchazón o dolor inusual y acudiendo al médico a la primera señal de cualquier herida que pueda infectarse.
Gangrena en el pie: ¿qué hacer?
"En la mayoría de los casos se debe a un problema de circulación de la sangre", recuerda nuestro entrevistador. La carne ya no está suficientemente irrigada".
Tan pronto como se observen los primeros signos de alteración del tejido cutáneo, debe realizarse lo antes posible una evaluación vascular, que incluya un ecodoppler y un angiógrafo para identificar las arterias bloqueadas.
"Dependiendo de los resultados, los vasos bloqueados u obstruidos serán dilatados o reemplazados por una arteria artificial (prótesis vascular)".
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